1. ¿Qué es realmente?
Coaching proviene de una palabra anglosajona que se usa para denominar a un carruaje, que es algo que te conduce más fácilmente de donde estás, a un lugar donde deseas ir.
De ahí que el coaching sea concebido como algo que ayuda a las personas a mejorar su estado actual y lograr los resultados que desean en el futuro marcándose metas.
La vida es como un juego. Tanto los juegos como la vida tienen los mismos elementos; jugadores, cancha, jueces, reglas, metas, obstáculos, equipos, tiempo, premios, espectadores, objetos para jugar, estrategias y un coach. Siguiendo esa analogía, el objetivo de tener un coach en el juego es para aumentar la posibilidad de ganar.
Tim Gallwey en su obra “The Inner Game of Tennis” dice “Los juegos se componen de dos partes; el juego exterior y el juego interior. El juego exterior es en donde enfrentas todos los obstáculos externos para lograr tus metas. Para hacerte hábil en el juego exterior tienes un sinfín de herramientas e instrucciones para hacer las cosas que te darán las habilidades para ganar el juego, más por alguna razón, la mayoría de las personas encuentran más fácil recordar esas instrucciones que llevarlas a cabo”
La mayoría de las personas fracasan no porque no sepan cómo lograr sus metas, sino porque no saben cómo ganar su “juego interior” que se refiere a esa parte de ti que limita en un diálogo interno diciéndote cosas como “no lo voy a lograr”, “la flojera me va a vencer”, “esto es muy difícil para mi”, “voy a fracasar nuevamente”, etc.
El coach es la persona que te acompaña con el propósito de que ganes tu juego interno; en las sesiones de coaching, va a escuchar tus metas y el “ruido” interno que pueda estarte limitando y, sin juzgar lo que escucha, va a realizarte preguntas con la finalidad de que amplíes tu conciencia para descubrir cómo superar tus autolimitaciones y encontrar la fuerza de voluntad para llevar a cabo las acciones que necesitas en tu juego externo y lograr tus metas.
2. ¿Cuál es su diferencia con otros métodos de ayuda?
Si buscas ayuda para ganar el juego y lograr el éxito en tu vida, tienes una gama de opciones; un mentor, un asesor, un instructor o un terapeuta.
¿Cuál es la diferencia?
El mentor es una persona que ya logró aquello que tu deseas y está dispuesto a trasmitirte su experiencia. El asesor es un experto en diversos campos que contratas para que te dé asesorías o consejos para hacer mejor las cosas. El instructor enseña a otros las habilidades que necesitan para lograr los resultados que desean. El terapeuta apoya a las personas a sanar eventos y traumas de su pasado.
¿Qué entonces hace un coach?
Nada de lo anterior; no es el mentor que te trasmite su experiencia, tampoco es el asesor que te va a decir qué hacer, ni el instructor te va a capacitar y tampoco un terapeuta que te ayude a sanar los traumas de tu pasado.
Lo que hace un coach es lograr que descubras tu capacidad y sabiduría inherentes, sin hacer transferencias de experiencias, consejos, conocimientos o darte terapias.
Y el que descubras eso dentro de ti es 100 veces más poderoso que alguien te lo transfiera, pues no te hace dependiente de otros y aprenderás a valerte por ti mismo, desarrollando la capacidad de ganar tu juego interno y lograr tus metas.
¿Cómo logra eso un coach?
Mediante la aplicación de las competencias del coaching que están diseñadas específicamente para lograr eso en las personas.
3. ¿Se puede vivir de eso?
El campo de aplicación del coaching es cada vez más amplio. El de mayor éxito hasta el momento es en el ámbito de las empresas.
Los ejecutivos y gerentes han tenido tradicionalmente la oferta de mentores, asesores, instructores y ocasionalmente terapeutas, mas recientemente el coaching ha incorporado su oferta y lo está haciendo con gran éxito, pues no compite con ninguno de ellos sino que es el complemento perfecto el hombre de negocios, el ejecutivo o el gerente.
De acuerdo con los estudios realizados por PWC en el 2012 para ICF Global, el coaching ejecutivo es una industria que produce un billón de dólares anuales.
El cuarenta y cinco porciento de las empresas en la lista de las 500 de Fortune contratan coaches para sus ejecutivos. Noventa y nueve porciento de las empresas encuestadas, afirman que el coaching entrega beneficios tangibles a los individuos y las organizaciones. El número de coaches a nivel mundial es apenas de 70,000 y su número crece exponencialmente cada año.
Un coach profesional con credencial de la ICF -International Coach Federation, que es la organización más importante en el mundo-, cobra de $75 a $150 dólares por sesión y si se promueve adecuadamente con sus clientes, puede fácilmente manejar de veinte hasta cuarenta sesiones por mes, lo que le daría un ingreso entre $1500 a $6000 dólares mensuales. ¡Nada despreciables para quienes deseen profesionalizarse en el coaching!
4. ¿Cómo me preparo como coach?
¿Es el coaching un método? ¿una moda? ¿un estilo de vida? ¿o una profesión?
Con toda firmeza puedo afirmar que es una profesión pues contiene una metodología, un código deontológico, unas competencias y sus estándares de aplicación que pueden ser medidos en forma objetiva.
El coaching no es una moda, pues su arribo al escenario de las herramientas para desarrollo del potencial humano tiene amplia aceptación y arraigo, expandiendo cada vez más sus campos de aplicación.
Si deseas ser un coach profesional, lo primero que necesitas es descubrir si tienes el perfil adecuado y la vocación.
Perfil: Profesionistas independientes –abogados, asesores financieros, contadores, economistas, filósofos, maestros, consultores empresariales, capacitadores, psicólogos clínicos e industriales, administradores de empresas, pedagogos o ingenieros- que desean incorporar el coaching como una oferta más en sus actividades profesionales.
Vocación: Personas interesadas en la superación personal que les apasione ver la transformación de las personas y ayudarlas a vivir sus vidas en felicidad y plenitud, descubriendo su potencialidad y desarrollándose a sus máximas posibilidades.
Es necesario recalcar que formarse como coach no es fácil. Sí, es verdad que los coaches pueden llegar a cobrar muy bien por sus servicios, sin embargo, es por eso mismo que no deben tomar su formación a la ligera. Se requieren muchas horas de clase y de prácticas supervisadas -cualquier programa serio debe durar mínimo 6 meses, y debe incluir horas de práctica supervisadas por algún coach con credencial vigente-. Ten en cuenta que estamos hablando de adquirir una nueva profesión, y que esto es un proceso, no un suceso (es muy poco probable que te conviertas en un coach serio tomando solamente un curso de fin de semana). Si realmente deseas convertirte en coach, y quieres además formar parte de la élite de coaches que gana más de 4000 USD mensuales, será indispensable que lo veas como una profesión seria y te prepares adecuadamente.
En el portal de la ICF www.coachfederation.org podrás encontrar los programas disponibles en todo el mundo y en todos los idiomas que cumplen con los estándares para formarte como coach. Coaches hay muchos en el mercado, pero, por desgracia, los coaches buenos y realmente profesionales son muy pocos. Si decidieras profesionalizarte como coach, ¿a qué grupo te gustaría pertenecer?
“Si tratamos a las personas como son, las haremos peores; si las tratamos como podrían ser, podemos ayudarlas a convertirse en lo que son capaces de ser”
Goethe
Francisco Nasta
Master & head coach organizacional
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