Importancia de tener una credencial en una profesión no regulada como el coaching
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Importancia de tener una credencial en una profesión no regulada como el coaching

Actualizado: 21 jun 2018

¿Qué significa tener una credencial profesional y por qué es importante poseerla, sobre todo en profesiones no reguladas como el coaching? ¿Qué diferencia hay entre una credencial y una certificación? Quisiéramos dar respuesta a esta pregunta, y para ello, además de compartir nuestras propias impresiones, vamos a apoyarnos también en un artículo que está originalmente en inglés y que fue compartido por la ICF en su página de Facebook (si quieres checar el artículo original, ve a este enlace: https://www.td.org/insights/joining-community-gaining-respect-through-a-credential)


Hay que decirlo, por desgracia, en México no está extendida la cultura de la profesionalización. Ello tiene como consecuencia el que proliferen personas que creen que por haber tomado un curso de fin de semana o un diplomado de un mes ya tienen las facultades necesarias para ofrecer algún servicio y cobrar por ello como si fueran profesionistas titulados, con años de carrera y de práctica. Y este fenómeno se da en muchos ámbitos, no solamente en el mundo del coaching.

El problema -y peligro- de esto es que al no tener el entrenamiento, la experiencia y el conocimiento necesarios para desarrollar a fondo una profesión, se puede llegar a dar un mal servicio a un cliente. Esto afecta no solamente al cliente y al prestador de servicio, sino al gremio entero, sobre todo si se trata de profesiones tan nuevas como el coaching. En Ontology Training nos hemos topado en más de una ocasión con particulares y organizaciones que en algún punto han tenido malas experiencias con personas que dicen ser coaches, pero que tienen un entrenamiento muy pobre, muy breve o de mala calidad, y por lo tanto no cumplen con las expectativas que generan al momento de vender el servicio. ¿De qué manera podemos contribuir para que esto no siga ocurriendo? Creemos que parte de la solución es promover la credencialización de las personas que se dedican al coaching. Ojo, que dijimos CREDENCIALIZACIÓN y no certificación. No es que la certificación sea mala, pero creemos que no es suficiente en este caso. Ahora, ¿qué diferencia hay entre certificado y credencial? Vamos a tratar de explicarlo.


Diferencias entre certificado y credencial


Un certificado, por definición, es un papel donde se acredita la veracidad de un hecho, esto es, donde se da fe que la persona en efecto cursó un diplomado o programa, o que tomó un curso. El problema con las certificaciones, es que, por definición, una persona o una escuela puede certificar a sus alumnos sin tener necesariamente un prestigio o un aval que -valga la redundancia- lo certifique como certificador. Para explicarnos mejor: no es lo mismo decir: "tengo una escuela", que decir "tengo una escuela avalada por la SEP, o avalada por la UNAM". Yo podría darte un certificado de mi escuela si cumples los requisitos que yo marco y ya está, pero si te doy un certificado de mi escuela, que además está avalado por la SEP, entonces es que mi escuela no solamente cumple mis requisitos sino que también cumple ciertos requisitos ante un organismo más grande. Es por eso que no siempre el decir que tienes una certificación es garantía de que estás bien entrenado, por muy internacional que sea dicha certificación.

¿Qué es entonces una credencial, y por qué se diferencia de un simple certificado? Dice en el artículo publicado por la ICF que mencionamos al principio de este post


que de acuerdo con la Environmental Health Association (NEHA) en los Estados Unidos, "una credencial en una profesión es un documento expedido por un tercero que tiene cierta autoridad, que prueba la calificación o competencia de un individuo en una determinada materia. Esto es, tu credencial no la expide la escuela donde estudias, sino un tercer partido (en el caso del coaching, la ICF), que avala a la escuela que te formó y que le marca a dicha escuela ciertos estándares. La credencial -a diferencia del certificado- no te la puede dar el director de tu escuela nada más porque sí, sino que es necesario recurrir a una instancia mayor. Es por eso que, a grandes rasgos, suele ser más confiable que el certificado, porque es como una cédula profesional que no expide la escuela o universidad sino la S.E.P.

TargetRecruit, una empresa especializada en software para sistematizar procesos de reclutamiento, lo explica bien: "La credencialización es comúnmente definida como el proceso de examinar, revisar y verificar que las licencias profesionales o certificaciones de un candidato, su educación, experiencia y otras variables están en orden y que se cumplen todos los criterios laborales"


Por qué los profesionales buscan una credencial (y no solamente un certificado)


NEHA afirma que "poseer una credencial no solamente ayuda a probar tus competencias y capacidades en un campo determinado, sino que también demuestra a tu comunidad y a tus posibles empleadores que estás propiamente entrenado y posees las herramientas para llevar a cabo tus funciones."

De acuerdo con George Rogers, asistente del director ejecutivo de la ICF -International Coach Federation-, además de que hay profesiones en las que la licencia, cédula o credencial puede ser necesaria para ejercer, el tener una credencial expedida por una asociación seria puede servirte para aumentar las oportunidades de trabajo. Rogers hace notar que una credencial es ESPECIALMENTE IMPORTANTE en profesiones no reguladas como el coaching.



Un proceso riguroso

El valor de una credencial viene en parte de su rigor.

No es solamente que el individuo que busca una credencial deba cumplir, a través de precisión y trabajo duro, con requerimientos muy bien estructurados. En efecto, una credencial es respetada porque el proceso para desarrollarla enfrenta un rigor propio. Normalmente, quienes desarrollan un proceso de credencialización, son responsables por mantener los requerimientos de calificación, incluyendo el asegurarse de que el examen ponga a prueba las aptitudes necesarias y sirva como un referente técnico para las ofertas educativas, tanto para el proceso de obtener una credencial como para quienes ya la tienen. De nuevo, el comité debe ser meticuloso en estos esfuerzos porque es importante para los credencializados el permanecer al tanto de las actualizaciones en el campo y de las tendencias de la industria.


"Aquellos que poseen una credencial han pasado por un proceso riguroso para demostrar que cumplen con calificaciones establecidas y han sido puestos a prueba de manera objetiva para validar que tienen conocimiento, que son competentes y que tienen ética", dice Rogers. "En el caso de los coaches profesionales credencializados por la ICF, todos los que la poseen han completado algún entrenamiento que es específico para su trabajo, han acumulado valiosa experiencia y han pasado evaluaciones de conocimientos y de aptitudes. Al pedirle a profesionales que tengan credenciales, las organizaciones muestran su preocupación para ayudar a incrementar la calidad de los servicios que proveen".


Por qué es importante para una organización


"Como parte del proceso de contratación, el seleccionar individuos que poseen una credencial profesional relevante da cierta tranquilidad de que el candidato está bien entrenado, experimentado, y ha sido puesto a prueba en un set de estándares reconocidos de conocimientos, talentos y habilidades", dice Rogers. Específicamente hablando de la profesión del coaching, él agrega que "seleccionando a sus coaches de entre aquellos que tienen credenciales, las organizaciones tienen una mayor probabilidad de que el coach sea competente y ofrezca servicios de alta calidad".

"El compromiso de obtener y mantener una credencial...demuestra que el empleado potencial está dedicado al aprendizaje y crecimiento constantes", declara Rogers.


En Ontology Training creemos que el coaching es algo valioso, que en nuestra experiencia ha ayudado a transformar muchas organizaciones e individuos. Es por eso que hemos dedicado nuestros esfuerzos a profesionalizarlo y a darle el lugar que merece en el mundo laboral, y es también por eso que estamos afiliados a la ICF, que es el organismo regulador de coaching con más presencia en el mundo. Tu credencial ICF vale lo mismo aquí que en EUA o en Europa. Si amas ayudar a los demás y sientes que el coaching puede ser tu misión de vida, recuerda que, como en cualquier otra profesión, es necesario tener respeto y dedicación por lo que haces, estar dispuesto a esforzarte y a pagar el precio. Verás que, si lo haces, tus clientes -y el coaching mismo- te lo agradecerán.





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